Puerto Varas comparte una historia de evolución similar a ciudades de la Región de Los Lagos. La zona fue colonizada principalmente por alemanes que comenzaron a llegar en el año 1830. El visionario Vicente Pérez Rosales fue embajador de Chile en Alemania y montó un programa de colonización ofreciendo tierras, herramientas y alimentos a cambio de poblar estos lejanos parajes. La ola de inmigración duró aproximadamente unos 100 años donde llegaron extranjeros con variedad de oficios tales como doctores, carpinteros, farmacéuticos, comerciantes y demás. La entrada principal en su momento fue Puerto Montt pero con el tiempo y junto con el descubrimiento del lago Llanquihue, Puerto Varas comenzó a tomar relevancia. Este era un punto estratégico y paso obligatorio para cruzar a lugares como Bariloche en Argentina. La zona se desarrolló principalmente por su cercanía al Océano Pacífico, por la producción de tejuelas de alerce (árbol milenario actualmente bajo estricta protección), por el comercio con los Chilotes y por la ganadería que se beneficia de los extensos campos que hoy vemos en los alrededores y que implicó una ardua tarea de deforestación.

Los libros de historia cuentan increíbles anécdotas de las difíciles condiciones con las que se encontraron los alemanes en esta zona y cómo la perseverancia tanto como la audacia les permitió hacer de este lugar tan remoto su hogar. Los densos bosques, los duros inviernos y la lejanía de la civilización fueron factores que jugaban muy en contra, sin embargo los primeros colonos que llegaron venían de duras realidades de pobreza y hambruna encontrando aquí nuevas oportunidades. Ellos no solo mantuvieron sus tradiciones, idioma y prácticas de agricultura sino que también importaron implementos de la vieja Europa. El museo Antonio Felmer en Nueva Braunau es un fantástico ejemplo vivo de la historia y cultura de la zona que nos permite viajar en el tiempo. Para los que estén interesados tenemos libros de historia local que recomendar y también dónde conseguirlos!

Un dato interesante a destacar es que el lago Llanquihue fue en su momento un lago navegable ya que no existían carreteras que conectaran Puerto Varas con las ciudades de Llanquihue, Frutillar, Ensenada o Puerto Octay. Digno de admiración es el personaje Bernhard Philippi, aventurero y emprendedor que llevó el primer barco (totalmente desarmado) al lago Nahuel Huapi de Bariloche a través de las montañas desde el astillero de Puerto Varas, en lo que hoy se conoce como el Paso Vuriloche. Para ésto se valió con un séquito de mano de obra local, animales de trabajo y mucho ingenio.

En la actualidad existe una nueva corriente de jóvenes y familias que buscan la tranquilidad que ofrece el Sur a la vez que las oportunidades que allí genera este nuevo estilo de vida, lejos de los apresurados ritmos de las grandes ciudades. El emprendimiento ha despegado en los últimos 10 años, la fuerte industria salmonera ha atraído mucha mano de obra capacitada desde la capital y el turismo ha sido una fuente de ingreso indiscutible para el desarrollo de la zona. Es cada vez más evidente que las empresas de Santiago buscan nuevos horizontes en el Sur a raíz del desplazamiento de gente y la transformación de negocio, tanto de bienes básicos y servicios como de bienes elaborados. Es un privilegio disfrutar de la evolución de Puerto Varas y un orgullo ser parte del crecimiento comercial y turístico de la zona.